El pasado verano mi amigo Walter y yo nos embarcamos en una gran aventura… seguir los pasos de miles y miles de peregrinos y llegar hasta los restos del Apóstol Santiago que yacen en la Catedral de Santiago de Compostela en Galicia, España.
Nuestro interés de hacer el Camino de Santiago comenzó durante nuestro último viaje al norte de España en el 2007. Allí en las calles de San Sebastián, Bilbao y Santander nos tropezamos con los marcadores del Camino, con los peregrinos y sus bártulos… y nosotros eslembados. Sabíamos que un día próximamente haríamos el mismo camino…
Siendo profesionales, sentíamos que no podíamos tomarnos aproximadamente 40 días para caminar el Camino completo desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela. Decidimos entonces hacer lo que fuera estrictamente necesario y caminamos 114kms desde Sarria hasta Santiago de Compostela en 5 días. Caminamos un promedio de 20 kms diarios que es casi el equivalente de hacer 5 medios maratones días tras día. Entrenamos acá en Puerto Rico… caminando desde mi casa hasta El Morro y vuelta con mochila al hombro, agua, meriendas y bajo el duro calor del verano puertorriqueño. Si sobrevivimos este calor, se seguro que soportaremos lo que nos encontremos en España.
La experiencia fue maravillosa… el peregrinaje del Camino de Santiago tiene elementos espirituales, religiosos y físicos. Y es algo que ciertamente es difícil poner en palabras, porque es algo que hay que experimentarlo para poderlo entender a cabalidad. Estas entre gente, pero estas contigo mismo y tus pensamientos y sentimientos mas íntimos. Comienzas caminando solo pero al llegar a Santiago ya tienes una retrajila de amigos para toda la vida… porque juntos han recorrido un viaje único y especial. Nos fascino tanto la experiencia, que sabemos que queremos repetirla, pero ésta vez de verdad verdad comenzando en Roncesvalles o hasta en el verdadero comienzo del Camino Frances en St. Jean Pied de Port.
Mi amor por España no es un secreto para ustedes que me leen ya desde hace un tiempo… y no podía pasar la oportunidad de compartir con ustedes algunas de las delicias que probé por primera vez en el Camino de Santiago.
Esta fue mi primer viaje a Galicia como tal… asi que tuve que probar algunas de las delicias locales para saber si son tan deliciosas como me las han contado o tan ricas como me acordaba. Recuerdo cuando era chiquita que mi papá comía mucho Caldo Gallego de El Ebro, una sopa llena de habichuelas, vegetales y mucho chorizo. Nunca me gusto mucho de chiquita por las habichuelas y ahora de grande, pues no la como por las razones obvias ya mencionadas. Pero cuando llegamos a Melide de almuerzo nos dijeron que donde debíamos almorzar era en una pulpería… ajá, una pulpería para la vegetariana. Que nos encontraríamos allí… pues un Caldo Gallego vegetariano. Fuimos a la Pulpería Ezequiel sin saber que es súper famosa y que el día anterior el chef José Andrés había almorzado allí mismitito. Jose Andres hizo el Camino de Santiago un día más adelantado que nosotros… De vuelta al Caldo Gallego – papas, repollo, habichuelas en un caldo de vegetales. Simple, pero perfecto para el día de lluvia que estábamos viviendo.
Otra delicia gallega son los Pimientos de Padrón. Algunos de mis amigos foodies les fascinan y para saciar mi curiosidad tenía que probarlos yo también. Estos pimientos que se cultivan en el pueblo de Padrón tienen la peculiaridad de que son dulces mayormente pero entre ellos se va uno que otro pimiento picante y comerlos es el equivalente de jugar la Ruleta Rusa de los Pimientos porque nunca sabes si te va a tocar uno picante o no. Pues el mío fue el pimiento #4… lo suficientemente picante como para que se me quitara el apetito por el resto de la noche. La boca la tenía latiéndome del ardor…
Para que se me quitara el ardor de la boca… lo mas gallego para tomar es una Clara de Limón, que es una mezcla de cerveza fría con gaseosa de lima-limón. Es refrescante y deliciosa… y mucho mas cuando la tomas en su versión sin alcohol. Y cuando uno no bebe mucho y está planificado para caminar 20kms diarios por los próximos 4 días, lo menos que se necesita es tener un hangover.
El Camino es un lugar lleno de confianza. Todos caminamos, cada cual con sus propios obstáculos y vicisitudes, pero todos hacia un mismo destino, llegar a Santiago de Compostela. Las personas con super amables con los peregrinos. Saben que estamos caminando por horas, a veces bajo el sol, así que en muchas ocasiones los vecinos dejan agua, frutas para que los peregrinos se sirvan. Durante nuestro cuarto día de caminata, en algún lugar entre Arzua y Amenal encontramos este humilde puesto de frutas. Nadie lo atiende directamente… solo hay una cajita para echar el dinero de que lo quieras consumir. Todo es a un Euro. Decidimos contribuir y comernos unas frambuesas y dejar un mensaje de agradecimiento. Me encanta saber que todavía hay personas que creen en la decencia humana, donde confían en la buena voluntad del otro… Creo que debemos aprender de eso un poco más en nuestras vidas diarias.
Ya les había hablado de las Empanadas Gallegas vegetarianas usando tuno. Cuando nos atravesamos con las primeras Empanadas Gallegas teníamos que probarlas, ¿no? Walter se comió la gran mayoría pero quise darle una probadita para saber de verdad si las que yo hago son parecidas a las auténticas. Pues, para los que alguna vez dudaron, mi empanada gallega es tan rica como las originales. La clave está en las cebollas caramelizadas lo que le da el sabor cremosito y sedoso. La masa es diferente, pero no le resta autenticidad. Házte mi versión vegetariana y no te arrepentirás.
Y para terminar el peregrinaje… celebramos nuestra llegada a Santiago de Compostela con una de las mejores contribuciones de España al mundo – unas CROQUETAS. Disfrutamos de las más deliciosas croquetas de espinaca y queso de cabra del mundo. Tanto que nos incluyeron en El Croquette Club, un grupo de Facebook dedicado a celebrar el comer croquetas alrededor del mundo. Me dieron deseos de jugar con mi receta de croquetas de espinacas para darle un toquesito diferente inspirado en éstas del Camino.
Completar el peregrinaje del Camino de Santiago desde Sarria hasta Santiago de Compostela fue una experiencia que nunca olvidare. Llegar a Santiago bajo la lluvia, asistir a la Misa del Peregrino unida a todos esos otros peregrinos que hicieron el mismo camino conmigo… fue una experiencia emotiva. Una experiencia que se que me ha cambiado en muchas maneras que aun no puedo percibir. Te animo a que embarques en tu propio peregrinaje personal… el viaje a conocerte más íntimamente en cuerpo y mente. El viaje de conocer nuestra propia esencia y de vivir esas cualidad que emanan desde lo mas intimo de nuestro ser.
Ya sea en el Camino de Santiago o en tu propio barrio… sal fuera y adentro simultáneamente y encuentra lo que estás buscando y que yace en el mismo centro de tu ser.