Pastelón de Plátanos Maduros y Espinacas

¡Este es uno de mis pastelones favoritos!!! Me encanta porque es dulce y saladito a la misma vez.

Me entere hace poco que en el patio de mi abuela hay una mata de plátanos, que da los plátanos más bellos que se puedan imaginar. Tremendo timing, porque ahora mismo los plátanos están casi a $1 c/u. Increíble.

Este pastelón se hace con plátanos que estén bien maduritos. En esta foto pueden ver los diferentes grados de maduración de un plátano. Deben usar plátanos como el de abajo o hasta que tenga más pintitas negras todavía. El del medio parece que está maduro, pero no… muy amarillito, pero no está dulce ni suave suficiente para lo que lo queremos.

PASTELON DE PLATANOS MADUROS Y ESPINACAS

1 plátano maduro

1 taza de espinacas congeladas

4 oz de queso crema, preferiblemente a temperatura ambiente

½ taza de queso parmesano, dividido

1 cda de mantequilla

Un chorrito de leche, opcional

Sal y pimienta a gusto

Primero, tenemos que hervir el plátano. Le cortas las puntas al plátano y le haces un tajo de una punta a la otra. Lo picas como en 4 pedazos SIN QUITARLE LA CASCARA. Lo hierves con la cascara puesta en una olla con agua salada aproximadamente 20 minutos.
En el ínterin, descongela la espinaca y la exprimes para sacarle la mayor cantidad de agua posible. Mézclala con el queso crema y lo sazonas con sal y pimienta.
Cuando el plátano esté cocido, los escurres, le quitas la cascara y colocas los pedazos de plátanos pelados en un bowl. Májalos con la mantequilla, la mitad del queso parmesano y la leche, si es que la vas a usar.
Pre-calienta el horno a 350° F.
En un molde de cristal rociado con aceite de canola, vierte la mitad del plátano majado y espárcelo en el fondo. Después, esparce toda la mezcla de espinacas y termina echando lo que te queda del plátano majado. Esparce el queso parmesano que te queda por encima.
Hornéalo por aproximadamente 20 minutos o hasta que el queso de arriba se tueste y se dore.
Déjalo con el calientito del horno apagado como por 15 minutos más hasta que se cuaje bien y no esté muy caliente para meterle el diente.