Dicen que recordar es vivir de nuevo… y con las muchas fotos que tomo siempre de mis viajes, de seguro es que me encanta recordar y remontarme nuevamente a esos lugares hermosos que he visitado.
A través de los años, he tenido la bendición de viajar tanto que nunca he acostumbrado a nadie en mi familia a que les traigo un recuerdo de cada viaje que hago. Puede sonar un poco árido, pero si acostumbrara a mis seres queridos a eso, sería una presión adicional en cada viaje que no necesito para nada. Si encuentro algo simpático que me recuerde a alguien, perfecto. Pero no me siento en la obligación de traer nada para nadie. Pero esta vez probamos tantas cositas ricas y nos íbamos a quedar en casa de mi hermana 2 semanas después de nuestro viaje, que decidimos no llegar con las manos vacías.
Tan pronto llegamos a India nos recibieron con una mochila llena de regalitos… un sari para las muchachas y dhoti para los varones, una toallita que parece un buen pa~no de cocina y un paquete de esto… Gajjak Til Papad. La mejor manera de describirlo es como un brittle de ajonjolí. Es una hoja súper finita de azúcar con semillitas de ajonjolí, pistachos y cardamomo. Nos comimos una cajita de esto durante el viaje… era nuestro snack del cuarto. Una cajita se la dimos a mi hermana y tengo otra en mi nevera en Puerto Rico. La tengo en la nevera para que se mantenga crujiente el azúcar como estaba en la India. Fuera de la nevera, con el calor del ambiente, se pone monga y chiclosa.
Por anos, mi mamá y yo hemos disfrutados de 2 de los postres mas populares de la India – galub jamun y rasgulla. De cariño los conocemos como “las bolas indias”. Sorry si suena feo, pero la intención no es fea para nada. Galub Jamun son bolitas hechas de harina de trigo en un sirope dulce y Rasgulla es una bolita blanca hecha con un queso de la India llamado chhena, parecido al paneer. Ambas se sirven tibias y ¡son deliciosas! Por años hemos visto estas bolas empacadas en unas latas para llevar y no fue hasta ahora que decidimos comprar unas y traerlas con nosotras. Las puedes conseguir en cualquier tienda de dulces, especialmente en los aeropuertos.
En Allahabad nos dieron de postre Petha… es un calabacín seco y azucarado, como una fruta abrillantada. Entiendo que es tipo de calabacín porque en inglés me decían que era “pumpkin” pero el color de este “pumpkin” es blanco y las calabazas que nosotros conocemos no son blancas. Son una manera liviana y dulce de terminar tu cena y perfectas para llevarte unas cuantas a tu cuarto para un antojito de medianoche. 🙂 También las puedes encontrar empacadas en cajas para llevar.
En Delhi nos llevaron a una dulcería llamada Bikanervala… fuimos para comprar nuestras rasgullas y galub jamun antes de regresar a Estados Unidos. Pero en la dulcería descubrimos algo que nunca había visto o probado – Mawas. No estoy ni segura que les esté llamando correctamente. Creo que son halvas hechas de frutas secas o nueces. Son como unos turroncitos secos pero no duros. Vimos los paquetitos en una vitrina, los probamos y nos enamoramos… trajimos 3 diferentes sabores – Mango, Badam que es almendra y Pista que con pistachos. Todos son ricos, pero a mi hermana le gusto más los de almendra.
En las pasadas semanas, estos dulces han sido una manera de transportarme nuevamente a los momentos inolvidables que tuvimos en la India. Y ahora, estoy ansiosa de hacer unos dulces de la India yo misma en mi cocina…
¿Te gusta traer recuerdos comestibles de tus viajes? Cuéntame de lo que has traído contigo…